Nuestras coberturas no solo están pensadas para responder frente a un imprevisto en tu vehículo. También te ayudamos a ti y a los tuyos.

• Porque con nuestra asistencia en carretera, además de dar soporte mecánico para tu vehículo las 24h y desde Km 0, también auxiliamos al conductor y el resto de ocupantes. Y lo hacemos con asistencia médica en caso de accidente, incluyendo los gastos de traslado hasta el centro hospitalario y la vigilancia permanente, de ser necesaria, durante dicho traslado.
• Porque con la Defensa Jurídica, en caso de problemas derivados de un accidente o un golpe, ponemos a tu disposición nuestros servicios legales, o asumimos los honorarios en caso de que quieras hacer uso de tu propio abogado. Además, gestionamos las reclamaciones a terceros y nos hacemos cargo de los gastos de defensa o fianza que se te puedan imponer.
• Y también te ayudamos en la gestión de multas de tráfico con orientación jurídica.

Los verdaderos protagonistas del seguro sois tú y tu coche, y nosotros centramos todos nuestros esfuerzos en daros las mejores soluciones.

• Por ello, en caso de siniestro total, robo o incendio, que conlleve la pérdida total de tu vehículo, te indemnizaremos con el 100% del valor de adquisición de tu coche, durante los 2 primeros años desde su primera matriculación. Y si es durante el tercero, con el 120% de su valor venal.
• Como conductor puedes llegar a obtener hasta un 60% de bonificación en la renovación de tu seguro, en caso de no dar partes durante la anualidad o bien, por antigüedad en Caser.
• Y por supuesto, en todo momento tendrás libre elección de talleres y gestión online de partes.

Por ejemplo, si tu coche tiene ya muchos años de antigüedad y su valor venal es bajo, el seguro de coche terceros básico es la mejor opción. Ya que de esta forma cubres las exigencias de la normativa, a un precio económico y sin prescindir de coberturas importantes como la asistencia en carretera.

¿Sabes qué es el valor venal?

Por el contrario, si tu vehículo es nuevo, y por lo tanto tiene un alto valor de mercado, no te compensa prescindir de coberturas y exponerte a perderlo en caso de siniestro total. Para estos casos, el seguro de coche a todo riesgo es la mejor opción ya que incluye la garantía de daños propios, con la que proteger a tu vehículo frente a cualquier problema que pueda surgir, incluso cuando tú seas el responsable del siniestro. Además, podrás adaptar el precio de tu todo riesgo a tus necesidades gracias a la franquicia.

Al final, la probabilidad de que tu vehículo sufra daños no es la misma si lo usas cada día, a que lo uses solo en fines de semana. Esta frecuencia hay que tenerla en cuenta a la hora de incluir coberturas tales como la rotura de lunas, que es uno de los problemas más habituales en coches.

Por ejemplo, si tu vehículo duerme en la calle, valora la posibilidad de incluir coberturas que actúen frente a situaciones como robo o incendio. Estas garantías pueden suponer un gran alivio frente a una posible pérdida total del vehículo, ya que te indemnizan por ello.